X Pregón del costalero (2014)
En un Convento de las Descalzas en el que no cabía un alfiler, Eduardo de la Ossa pronunció el Pregón del Costalero de este 2014, acto que en esta ocasión llegaba a su décima edición y que tradicionalmente supone en Osuna el pistoletazo de salida de los actos de la inminente Cuaresma.
Tal como ya se anunciara en su día, a Eduardo lo precedió en el atril su amigo y hermano de las Hermandades del Santo Entierro y la Humildad, Antonio Caballo. El presentador, una vez hecho el rezo inicial por parte de Nuestro Director Espiritual, don Manuel Sánchez de Heredia, hizo una semblanza muy emotiva y cariñosa de Eduardo, resaltando su currículum y valía como cofrade a pesar de su juventud. Durante la presentación, llevada a cabo con gran aplomo y seguridad, resultó palpable la gran amistad y el profundo cariño que se profesan mutuamente entre ambos; de igual forma, Caballo compartió algunas anécdotas relacionadas con vivencias de hermandad acaecidas a ambos, momentos que despertaron la hilaridad del numeroso público.
Una vez terminada la presentación, perfectamente concatenada con ésta tomó la palabra el pregonero. Comenzó el discurrir del pregón amparándose en su Virgen de la Soledad a la vez que dedicaba el pregón a su abuelo. A continuación, tras el saludo a las autoridades de rigor -a las que aprovechamos para agradecer su inestimable presencia- y el agradecimiento al presentador, continuó agradeciendo a Nuestra Hermandad su designación como pregonero y dedicando unos bellos versos tanto a Jesús Caído como a Nuestra Señora y Madre de los Dolores, a los que también volvería a aludir más adelante.
El pregón de Eduardo gravitó en torno a varias claves, identificables con sus imágenes devocionales, con la figura de su padre como costalero y con la amistad y hermanamiento con su gente del Santo Entierro. Por una parte tuvieron un peso importante las Imágenes de la Hermandad de la Humildad, a las que dedicó un segmento importante, y por otra, su Hermandad del Santo Entierro, sus vivencias con "la Canina" y como no podía ser de otra forma, a la Virgen de la Soledad y Amargura. Como decíamos, ensalzó la figura de su padre, tanto por haberle iniciado en este mundo cofrade, como por tenerle como costalero modélico, ya que durante dos décadas portó al Santísimo Cristo de la Pax. A su vez, fueron muy emotivas las palabras dedicadas a su madre.
En definitiva, resultó un pregón muy rico, con muchas cosas merecedoras de ser destacas, de una bella ejecución, con altas dosis de emotividad en el que el pregonero supo conjugar a la perfección el verso y la prosa, haciéndolo con ello muy liviano para el espectador y en el que también hubo cabida para momentos de cierto humor. Con todo ello Eduardo cumplió con creces las muchas expectativas que habían puestas en su pregón.
Desde Nuestra Hermandad queremos agradecer la gran acogida que nuestra hermandad hermana del Santo Entierro ha dispensado a esta iniciativa y el gran cariño que muestran siempre por nosotros, así como a todos los asistentes al Pregón y a la posterior comida y como no, a nuestras Hermanas Mercedarias por su servicial acogida a este acto, con el que también se volcaron y nos ofrecieron todas las facilidades.
Fernando Pachón Cano